Con el perdón de los fieles, pero se hizo justicia. Estudiantes volvió al primer nivel del básquet argentino al ganarle en el quinto y definitivo partido de la final de TNA a San Martín, que no solo se quedó sin el ascenso sino que además perdió el invicto que llevaba en toda la temporada dentro de la divisional. Con mucha garra más que juego, como se debe disputar un encuentro en estas instancias y con un final de 76 a 78, el equipo de Laginestra se vistió de fiesta. No hubo público visitante por una decisión del CoProSeDe (Comité Provincial de Seguridad en el Deporte), pero la algarabía se vivió en la “Capital del Citrus” en la plaza principal. Se habló de violentos por parte de la parcialidad concordiense, pero se olvidaron de los locales que nunca dejaron festejar al nuevo campeón del Torneo Nacional de Ascenso, y despidieron con golpes donde algunos de los jugadores debió ser derivado al nosocomio correntino para sus observaciones pertinentes.
Ya no hay más mentiras, no hay más inventos… solo un campeón y es de Concordia. Se llama “Club Estudiantes Concordia”. Se embarró mucho la cancha, por llamarlo de alguna manera por parte de los correntinos que deberán viajar a Mar del Plata por ver si pueden subir.
Inventos de hinchas de Estudiantes que intentaron hacer destrozos en la anterior visita al norte argentino, cuando la gran mayoría fueron pibes de las inferiores y familias que acompañan al nuevo equipo de la “Liga Nacional de Básquet”.
Pero ya está… no vale la pena seguir dando vuelta. O mejor dicho. Si vamos a seguir dando la vuelta porque Concordia es una fiesta.
Deportivamente pasaron muchas cosas, pero eso será material para otra entrega, hoy se habla de la movilización que se vivió y una plaza que se colmó, como siempre cada vez que Estudiantes jugó de local.
Ampliaremos…
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